El complejo espacio aéreo de Washington: aviación militar y 30 "casi colisiones" de vuelos comerciales
La mortífera catástrofe aérea en Washington D.C., que dejó más de 60 muertos tras la colisión de un avión de pasajeros con un helicóptero militar, estremeció a Estados Unidos, pero no fue un suceso totalmente inesperado para los pilotos que vuelan desde y hacia el aeropuerto nacional Ronald Reagan. Antes de la tragedia, habían denunciado en varias ocasiones acercamientos peligrosos de otras aeronaves, incluidos helicópteros militares.
Según datos de la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés) analizados por NPR, el complejo espacio aéreo del aeropuerto capitalino ha sido escenario de 30 "casi colisiones" desde el año 1987.
De los 30 reportes de peligrosos acercamientos que estuvieron a punto de derivar en una colisión en este aeropuerto, al menos diez estaban relacionados con aviones militares y por lo menos 7 incluyeron incidentes potencialmente mortíferos con helicópteros militares.
Este patrón ha llamado la atención de los expertos en aviación, quienes no se sorprenden de la frecuencia de estos incidentes. En el caso del aeropuerto nacional Reagan, la proximidad y frecuencia de los vuelos militares incrementan las probabilidades de que se produzcan más acercamientos de ese tipo en esta área específica.
"Incluso si todos están haciendo lo que se supone que deben hacer, solo tienes unos pocos cientos de pies de separación entre los aviones que llegan para aterrizar y los muchos helicópteros a lo largo de esa ruta", comentó a AP Jim Brauchle, un exnavegante de la Fuerza Aérea y abogado de aviación. "No deja mucho margen de maniobra para un error", agregó.
Escenario de pesadilla
Los pilotos han advertido desde hace tiempo sobre un 'escenario de pesadilla' en el entorno del aeropuerto, especialmente por la noche, cuando el alumbrado nocturno de la ciudad puede dificultar divisar las aeronaves que se aproximan.
Darrell Feller, un piloto retirado de la Guardia Nacional del Ejército, dijo a AP que la catástrofe de este miércoles le hizo recordar un incidente que sufrió hace una década, cuando pilotaba un helicóptero militar hacia el sur a lo largo del río Potomac cerca del aeropuerto Reagan. Un controlador de tráfico aéreo le aconsejó estar atento a un avión que aterrizaba en la pista 3-3, que requiere que los aviones vuelen directamente sobre la ruta utilizada por los helicópteros militares y policiales.
Feller fue incapaz de distinguir el avión que se aproximaba entre las luces de la ciudad y de los vehículos de un puente cercano. Descendió inmediatamente, situándose a apenas 15 metros sobre el agua para asegurarse de que el avión pasara por encima de él. "No pude verlo. Lo perdí entre las luces de la ciudad", relató. "Sí que me asustó".
Jack Schonely, piloto de helicóptero retirado del Departamento de Policía de Los Ángeles, contó que incluso cuando viajaba como pasajero en vuelos de helicóptero por el Distrito de Columbia, siempre le sorprendía lo complicado que parecía para los pilotos. "Tienes dos grandes aeropuertos. Tienes muchas áreas restringidas. Tienes restricciones de altitud, restricciones de rutina y mucho tráfico aéreo", observó.
Según el abogado de aviación Robert Clifford, el Gobierno debería suspender temporalmente los vuelos de helicópteros militares en el espacio aéreo utilizado por las aerolíneas comerciales cerca del aeropuerto Reagan.
"No puedo creer lo increíblemente evidente que es que se trató de una colisión prevenible y que nunca, nunca debería haber ocurrido", enfatizó. "Hace tiempo que se habla sobre la congestión relacionada con eso y con la posibilidad de desastre", agregó.